Nuestra Villa
Nuestra villa

La iglesia de Santa María de la Expectación es de una sola nave. También tiene una ermita dedicada al Santo Cristo de las Heras del s.XVI.

Localidad situada a unos 25 kilómetros de la ciudad de Valladolid, se ha convertido por derecho propio en el mejor mirador posible de todo el Valle del Hornija debido a su ubicación en uno de los límites del páramo de los Montes Torozos. Desde el mismo pueblo la vista es inmejorable, pudiéndose avistar desde núcleos como el de Torrelobatón con su impresionante castillo, hasta un paisaje donde el río Hornija se ha abierto paso entre los páramos que lo circundan y ha quedado encajado, no con mucho desnivel, pero sí con el suficiente para poner una nota agradable entre tanta llanura.Palomar IV

El municipio en sí, es un pueblo ya con solera dentro del contexto en el que nos movemos, con más de catorce siglos de existencia y en donde se dice, y así lo atestiguan algunos restos, que hubo una muralla, allá por el siglo XIV. Aparte también se pueden admirar varias casas con escudos, como la del Conde de Peñaflor, del siglo XVI y situada en la Calle de San Juan, a la izquierda de la Plaza Mayor, que se encuentra al final de la calle que da entrada al mismo.

A la derecha de esta plaza, podremos encontrarnos con su edificio hoy en día más notable, como es la Iglesia de Santa María, del siglo XIII y realizada toda ella en piedra. Es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón con fajones, mientras que la capilla mayor tiene bóveda de crucería con terceletes. En el interior también podremos admirar un maravilloso retablo neoclásico del siglo XIX, así como dos retablos barrocos del siglo XVII, otro ubicado en el altar mayor, del siglo XVIII, y una magnífica tabla pintada del XVI dentro de la sacristía. Asímismo existe otra iglesia, en el centro del pueblo, del siglo XIII, de la que sólo sus muros permanecen en pie.

A las afueras del pueblo se encuentra la Ermita del Cristo de las Eras, del siglo XVI, en la que lo más destacado es un extraordinario Cristo de 1.70 m. de altura que se ubica en el centro del retablo mayor que es del siglo XVIII. Además es a este Cristo a quien los vecinos de Peñaflor de Hornija honran en sus fiestas principales en el tercer domingo de septiembre, donde las calles se llenan de color y alegría gracias a las populares verbenas, los tradicionales encierros y la calurosa hoguera de medianoche.

Por último hay que señalar, que Peñaflor se encuentra dentro del itinerario que conforma el Camino de Santiago madrileño que desde San Pelayo se dirige hacia La Mudarra. En los bares del pueblo, que se encuentran en la Plaza Mayor, dan comidas.